Lo peor que se puede hacer en educación secundaria es seguir soltándoles rollos y desarrollos. Si el aprendizaje es investigación y descubrimiento, si está claro que los niños y los adultos no nos tenemos que conformar con repetir lo ya archisabido. ¿Por qué en los momentos decisivos de la adolescencia nos cerramos muchos profesores al cambio de metodología?
Ellos deben participar radicalmente en su propia educación, cooperar entre ellos como lo hace cualquier equipo de cualquier empresa. Reducirles a la pasividad de tomar apuntes, aunque sólo sea un día, les aleja de la cultura un poco más. El Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP) y los movimientos de Escuela Moderna, siguiendo la filosofía de Celestin Freinet, llevan ya más de medio siglo intentando transformar la práctica educativa. Ya es hora de que su influjo se deje notar en las aulas de Secundaria.
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8 comentarios:
Se nos dice que los jóvenes no se esfuerzan, que son los responsables de su mala educación, que toman drogas o son violentos entre ellos y con los profesores.
No sé quién está detrás de toda esta campaña, qué pretenden los que buscan y rebuscan casos excepcionales y los presentan como generalizados, pero creo que es el viejo espíritu del profesor cascarrabias, el de determinadas autoridades que quieren a los alumnos y futuros ciudadanos calladitos y quietos.
Lo peor que se puede hacer en educación secundaria es seguir soltándoles rollos y desarrollos. Si el aprendizaje es investigación y descubrimiento, si está claro que los niños y los adultos no nos tenemos que conformar con repetir lo ya archisabido. ¿Por qué en los momentos decisivos de la adolescencia nos cerramos muchos profesores al cambio de metodología?
Ellos deben participar radicalmente en su propia educación, cooperar entre ellos como lo hace cualquier equipo de cualquier empresa. Reducirles a la pasividad de tomar apuntes, aunque sólo sea un día, les aleja de la cultura un poco más. El Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (MCEP) y los movimientos de Escuela Moderna, siguiendo la filosofía de Celestin Freinet, llevan ya más de medio siglo intentando transformar la práctica educativa. Ya es hora de que su influjo se deje notar en las aulas de Secundaria.
Cada día tengo más claro que la edad que tienen nuestros alumnos en el Instituto, sobre todo los más mayores, es una edad fascinante, de descubrimientos, potencialidades y expectativas con un matiz que no se podía dar antes, cuando eran un pelín más jóvenes.
Y justo cuando están en un momento tan importante, sólo se nos ocurre mandar ejercicios para repetir y dar apuntes al dictado. Probablemente mucha culpa de ello lo tenga la tan traida y llevada Selectividad.
Quiero imaginar que sin ella muchos más nos lanzaríamos a dar las clases de bachillerato de una manera más arriesgada y creativa.
La educación tiene que acercarce a la realidad de la vida para que los alumnos puedan utilizar en el trabajo o en su vida privada lo que han estudiado.
Al mismo tiempo hay que aumentar el respeto hacia el profesor. Los alumnos tienen que aprender que no deben agredir fisicamente ni a su profesor ni a los demás alumnos porque una sociedad democrática no tolera este tipo de comportamiento.
Democracia, cooperación, encuentro,... a menudo nos topamos de golpe con la desencantadora realidad que nos encontramos en el aula. Pero al mismo tiempo, es preciso que sigamos argumentando y buscando sin cesar una vía de solución a tantos problemas como nos rodean en la práctica educativa.
De ahí que queramos hablar de cooperación, de cambio de enfoque... que siempre debe dar por suspuesto el respeto básico entre seres humanos que quieren hacer algo juntos.
Hacía tiempo que no se movía este blog. De cara a los cursos y reflexiones de verano de los profesores podría reabrirse.
La cooperación ha sido la clave de muchas de las conquistas sociales más relevantes del género humano. Así co siguieron las sufragistas muchas cosas, los expedicionarios del Polo Sur, incluso los grandes montañeros que llegan casi solos a la cumbre del K2 después de contar con la ayuda de tantos otros.
Incluso algunas grandes obras de la humanidad que parecen individuales, como la teoría de la Gravitación Universal de Newton o el Quijote, no serían nada sin la cooperación de muchos.
El que lea el prólogo del Quijote entenderá la realidad de porqué Cervantes consigue salir adelante en sus últimos años, después de una existencia llena de relativos fracasos, y muchos científicos no crearían sin sus conversaciones con colegas y en congresos.
... y técnicas cooperativas entre los enseñantes.
Menos jerarquía y más debate en los institutos.
y, un poquito de didáctica, sólo un poquito
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